Camilo Henríquez


Camilo Henríquez

Camilo Henríquez nació en una casa que pertenecía a su abuela materna doña Margarita de Castro, ubicada en lo que corresponde a la actual calle Yungay, en la ciudad de Valdivia, Chile. Sus padres fueron el capitán de infantería española don Félix Henríquez y Santillán (1745-1798) y doña Rosa González y Castro (1747-1798). A la edad de trece años, fue enviado a estudiar a Lima bajo la dirección de su tío materno Juan Nepomuceno González. En la capital del virreinato del Perú, ingresó a la orden de los Ministros de los Enfermos Agonizantes de San Camilo de Lelis (o "de la Buena Muerte"), previa rendición de un informe de limpieza de sangre de sus antepasados en 1789; profesó como sacerdote el 28 de enero de 1790.

La orden lo envió a Quito, donde fue testigo de la violencia de los Realistas. Posteriormente sus vivencias las escribió en la obra de teatro La Camila o La Patriota de Sud Americana.

En 1811 volvió a Chile y se involucró en la vida política. Redactó la Proclama de Quirino Lemachez, seudónimo creado con un anagrama de su nombre, en el que pedía votar por hombres de ideas independentistas en las próximas elecciones para elegir el Primer Congreso Nacional.

En el Primer Congreso Nacional fue diputado suplente por el Partido de Puchacay. También pronunció un sermón en la misa de la inauguración de las sesiones en el que sostuvo que la Iglesia Católica autorizaba al Congreso para generar una constitución.

El 16 de enero de 1812, fue nombrado editor de la Aurora de Chile, el primer periódico en Chile, en el que se utilizó una imprenta traída desde Estados Unidos. El primero número fue publicado el 13 de febrero de ese mismo año.

Debido a la censura establecida por el gobierno de José Miguel Carrera, comenzó a publicarse bajo la dirección de Camilo Henríquez, El Monitor Araucano en substitución de la Aurora, cuyo primer número se publicó el 17 de abril de 1813. También publicó el "Catecismo de los patriotas" dentro de las páginas del nuevo diario.

Entre 1812 y 1814 fue senador, y en 1813 fue presidente del Senado. Fue autor de varios proyectos de ley, entre los que destacan el Reglamento Constitucional de 1812 y el de protección a los indígenas. Durante esa época creó el drama "La Procesión de los Tontos". Luego del Desastre de Rancagua se dirigió a Mendoza para luego seguir a Buenos Aires, donde colaboró con La Gaceta de Buenos Aires y El Censor

. Luego de la Reconquista, regresó a Chile, donde se le nombró bibliotecario de la Biblioteca Nacional y se le encargó la edición de La Gaceta Ministerial y la de otro boletín sobre la estadística del país, el que fue precursor de El Mercurio de Chile.

En 1823 fue diputado suplente por Chiloé y luego suplente y titular por Copiapó. Murió en Santiago, declarándose un duelo público por parte del gobierno.

Hay que hacer un juicio sobre los valores de este personaje, si bien es conocido por sus ideales liberales y patriotas poco profundizado es su carácter contradictorio, el monarquista, después de haber sido editor de "La aurora de Chile" en el años 1814 firmó varias misivas entre las cuales se encuentra una que hace el preámbulo al Tratado de Lircay y en la cual se culpa de todos los sucesos de la revolución de los últimos dos años a José Miguel Carrera y a su familia,[cita requerida] en esta también se reconoce la soberanía del rey Español; ésta fue firmada por todos los detractores de Carrera.

En otra carta publicada en esos años y escrita personalmente por él también culpa a Carrera por la guerra que se llevaba a cabo y dice que este lo obligaba a redactar aquel periódico del cual fue editor.[cita requerida]

Sin embargo, esto carece de concordancia con el común uso de pseudonimos entre los escritores, lo que convertiría en innecesario el uso de intermediarios.

Estas cartas fueron publicadas por Julio Alemparte en su libro Carrera Y Freire

Obras

Henríquez también escribió obras literarias, entre las cuales se destaca una de suma importancia: La Camila, que narra la historia de una familia de españoles americanos, que lucha por la libertad del continente. Camila es la protagonista, y junto con un cacique que también lucha de la huida del yugo español, crean una historia de amor y esperanza en el continente latinoamericano emancipado.

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